Escrevendo assim parece que vc sabia onde ia chegar, todo o processo ficou claro depois de acontecido, parece que tudo teve razão de ser. E se vc consegue ver dessa forma é porque foi tudo realmente encaixado... hum, não pelo destino, não. Deve ser algo mais palpável, menos mágico e mais real. Conseguir contar a sua história Michelino, a sua caminhada até aqui, acho isso maravilhoso. E a vida da gente é louca mesmo. Dava pra virar filme. Porque é que queremos padronizá-la e torná-la normalzinha? Pra não termos nada pra contar depois? Pra ser no máximo um capítulo do meio de uma novela qualquer da globo? Prefiro que se pareça com filme mesmo, com mariposas voando e a gente tentando não se afogar. E se for pra sentir dor vamos senti-la. E se for pra morrer e renascer e começar um novo capítulo vamos, mesmo com medo, vamos, porque sempre há tempo.
En el fondo, no hay nada que hacer. Siempre tendrás dieciocho, porque eres joven sólo una vez, pero inmaduro para siempre.
No hay instrucciones para cumplir treinta. Pero si las hubiera, serían estas:
- Haz una lista de todo lo que no te gusta de ti y luego tírala. Eres el que eres. Y después de todo, no es tan malo como te imaginas un domingo de cruda.
- Tira el equipaje de sobra. El viaje es largo, cargar no te deja mirar hacia delante. Y además jode la espalda.
- No sigas modas. En diez años te vas a morir de vergüenza de haberte puesto eso, de todas maneras.
- Besa a tantos como puedas. Deja que te rompan el corazón. Enamórate, Date en la madre, y vuelve a levantarte. Quizás hay un amor verdadero. Quizás no. Pero mientras lo encuentras, lo bailado ni quién te lo quita.
- Come frutas y verduras. Neta, vete acostumbrando a que no vas a poder tragar garnachas toda la vida.
- Equivócate. Cambia. Intenta. Falla. Reinvéntate. Manda todo al carajo y empieza de nuevo cada vez que sea necesario. De veras, no pasa nada. Sobre todo si no haces nada.
- Prueba otros sabores de helado. Otras cervezas, otras pastas de dientes.
- Arranca el coche un día, y no pares hasta que se acabe la gasolina.
- Empieza un grupo de rock. Toma clases de baile. Aprende italiano. Invéntate otro nombre. Usa una bicicleta.
- Perdona. Olvida. Deja ir.
- Decide quién es imprescindible. Mientras más grande eres más difícil es hacer amigos de verdad, y más necesitas quien sepa quién eres realmente sin que tengas que explicárselo. Esos son los amigos. Cuídalos y mantenlos cerca.
- Aprende que no vas a aprender nada. Pero no hay examen final en esta escuela. Ni calificaciones, ni graduación, ni reunión de exalumnos, gracias a Dios. Felices treinta, viejo. Bienvenido al resto de tu vida
En el fondo, no hay nada que hacer. Siempre tendrás dieciocho, porque eres joven sólo una vez, pero inmaduro para siempre.
No hay instrucciones para cumplir treinta. Pero si las hubiera, serían estas:
- Haz una lista de todo lo que no te gusta de ti y luego tírala. Eres el que eres. Y después de todo, no es tan malo como te imaginas un domingo de cruda.
- Tira el equipaje de sobra. El viaje es largo, cargar no te deja mirar hacia delante. Y además jode la espalda.
- No sigas modas. En diez años te vas a morir de vergüenza de haberte puesto eso, de todas maneras.
- Besa a tantos como puedas. Deja que te rompan el corazón. Enamórate, Date en la madre, y vuelve a levantarte. Quizás hay un amor verdadero. Quizás no. Pero mientras lo encuentras, lo bailado ni quién te lo quita.
- Come frutas y verduras. Neta, vete acostumbrando a que no vas a poder tragar garnachas toda la vida.
- Equivócate. Cambia. Intenta. Falla. Reinvéntate. Manda todo al carajo y empieza de nuevo cada vez que sea necesario. De veras, no pasa nada. Sobre todo si no haces nada.
- Prueba otros sabores de helado. Otras cervezas, otras pastas de dientes.
- Arranca el coche un día, y no pares hasta que se acabe la gasolina.
- Empieza un grupo de rock. Toma clases de baile. Aprende italiano. Invéntate otro nombre. Usa una bicicleta.
- Perdona. Olvida. Deja ir.
- Decide quién es imprescindible. Mientras más grande eres más difícil es hacer amigos de verdad, y más necesitas quien sepa quién eres realmente sin que tengas que explicárselo. Esos son los amigos. Cuídalos y mantenlos cerca.
- Aprende que no vas a aprender nada. Pero no hay examen final en esta escuela. Ni calificaciones, ni graduación, ni reunión de exalumnos, gracias a Dios. Felices treinta, viejo. Bienvenido al resto de tu vida